Este hombre trajeado sale temprano de la oficina para ir a los aseos públicos y chupar pollas de desconocidos. Le encanta y engulle todo lo que se le pone por delante. Bienvenido a los años 70, cuando los aseos eran EL lugar al que ir para correrse discretamente entre gays. Este tío trajeado está obsesionado con las pollas y al final se va a echar a perder. Todos querrán usar su boca obediente.