Esta escena de la película gay vintage de culto THE IDOL cuenta con uno de los masajes más calientes de la historia del porno. Un entrenador con bigote relaja maravillosamente a su deportista. Todo ello mientras uno de los admiradores de este último echa un discreto vistazo. Un momento hipersensual, lleno de caricias y lametones, en el que la excitación no deja de crecer hasta que el masajista utiliza su boca para hacer que el apuesto atleta se endurezca y se retuerza de placer.