Un guapo bisexual con un fetiche por las estatuas disfruta acariciándolas en una galería. Pero entonces una de las estatuas gay cobra vida y le ofrece la oportunidad de ponerse manos a la obra. Y va a ser incluso mejor de lo que había imaginado: la hermosa estatua es de un hombre con bigote que hace mamadas fenomenales y cuyo precioso culo está suplicando que se lo llenen de polla.